"Historias Curativas"

He tenido una experiencia interesante. Anteriormente sabía en teoría que las respuestas a todas las preguntas están dentro de cada uno de nosotros. Y, periódicamente, al pasar por diferentes prácticas, lo confirmaba cada vez. Ahora he aprendido sobre un método que puede ayudarme a seguir obteniendo respuestas a las preguntas que surgen sin ayuda externa, sólo escribiendo un cuento.
Mi primer encuentro con el método fue gracias a Irina Naumova. Ella me ofreció ayuda para transformar esos sentimientos y energías negativas que están agitando dentro de mí. Me era importante observar la situación desde una perspectiva externa y encontrar una fuente de energía que me fortaleciera en lugar de debilitarme.
Incluso el propio proceso de seleccionar cartas y escribir el cuento tiene un efecto terapéutico. Pensé que la trama sería de una manera, pero al comenzar a escribir, la trama cambiaba. Confié en mí misma y escribí lo que primero venía a mi mente.
Como resultado, se creó un cuento divertido y mi estado interno cambió.
Especialmente valioso fue recibir la retroalimentación de Irina. Ella me ayudó a ver algunos aspectos que no eran evidentes para mí de inmediato. Su vasta experiencia práctica en psicología es invaluable.
Espero escribir muchos más cuentos interesantes y curativos en su presencia. Sin duda, hacerlo junto a un especialista es más efectivo.

Historias Curativas es un maravilloso método terapéutico que permite aprender mucho sobre ti mismo, tus miedos y sueños, de una manera muy delicada y a la vez pasar un rato divertido. Escribir el cuento es un pequeño y muy fascinante viaje con héroes conocidos desde la infancia, que se encontrarán en las situaciones más absurdas y provocarán carcajadas. Todos los personajes, incluso los "malos", se convertirán en tus amigos y, al final, obtendrás una historia increíble y mucho conocimiento sobre ti mismo y tu camino.
Puedo recomendar este método a todos aquellos que no están preparados para inmersiones profundas y dolorosas en el pasado, pero que deseen conocerse mejor y mejorar la calidad de su vida.

En un reino lejano, en un estado lejano vivía un cuento. Muchos aprendieron de él, muchos pedían consejo, muchos embellecían su tiempo leyéndolo, y hubo valientes que querían escribir esos cuentos por sí mismos.
Un día, se reunieron en un grupo y se acercaron a dos doncellas que sabían escribir prosa y guiones y dijeron: "Enséñennos, cuéntennos cómo se hace, para que el cuento se diga rápidamente." Las doncellas empezaron a enseñar, a contar diferentes esquemas y ejemplos. Asignaron tareas para casa. Pasaron varias semanas y un día un buen joven, de ojos brillantes, llamó a la puerta de ese grupo y dijo: "Les traigo un generador mágico, con el cual el cuento se escribe rápidamente, eligen ustedes mismos los héroes, hay diferentes lugares y se crean maravillosas aventuras."
El grupo se rió, sin creerle. Parecía demasiado fácil. Tomó a un héroe y lo llevó tras los objetos mágicos a los guardianes, lo hizo pasar por pruebas y lo condujo a habilidades mágicas. Algo no estaba bien. El buen joven entendió que había encontrado un grupo desconfiado y, guiñando un ojo, dijo: "Allí aparecen significados profundos y psicológicos. Pruébenlo y muchas cosas en sus vidas se aclararán."
El grupo se dispersó a sus hogares y se sentaron a escribir el cuento. Cada uno logró algo diferente.
El mío fluyó fácilmente de una habitación a otra, como una hebra detrás de una aguja, y llegó al final. Resultó que estaba escribiendo sobre una cosa, pero salió otra, sobre algo que dolía en el corazón y la cabeza no pensaba. Así es como sucede! Así es como funciona un cuento! Gracias generador! Sacaste de mí lo que no podía decir, pero escribir fue fácil.
El grupo regresó al joven, lo agradeció, brindó por su salud, lo besó en ambas mejillas y dijo: "Nos equivocamos al no creerte. Tu generador, como una varita mágica, abrió puertas y mostró muchos cofres secretos que viven en el alma y no pueden abrirse por sí mismos." Desde entonces, los aprendices de cuentistas y el generador mágico son amigos.
Así termina el cuento, y Kirill, Zhenya, Sveta, y nuestro grupo, como de costumbre, son valientes y sabios!